domingo, 9 de septiembre de 2007

Blur


Britpop es la palabra. No pienses ni por un momento que existe otro término al que Blur vayan a ser asociados en todo lo que les reste de su existencia. No importa que a lo largo de su trayectoria hayan coqueteado con otros estilos; e incluso también va a ser indiferente que su disco más exitoso hasta el momento , Blur, sea deudor de músicas más americanas que inglesas.

En realidad ellos fueron quienes se inventaron el britpop y quienes encarnaron el protagonismo de dicho movimiento con tres discos conceptuales dedicados a su país natal.

Sin embargo narrar la história de Blur va a ser algo así como ver la película de lo que sucedió en el pop inglés durante la década de los noventa. El sonido Manchester, el movimiento Shoegazer, el britpop y su posterior caída, han sido los protagonistas estilísticos que Blur aceptaron gustosos de representar al revestirse de ellos a través de su música. En ocasiones fueron sus principales valedores y otras veces no fueron más que simples contactos con los mismos, pero ambas posiciones siempre han indicado que si por algo se caracterizan Blur es por su capacidad camaleónica.

En tales condiciones es obvio que su éxito siempre ha radicado, más allá de su talante creativo, en su habilidad compositora para fabricar canciones pop infecciosas que sobrepasen sus devaneos estilísticos. Lo mismo son capaces de crear una canción disco como Girls and Boys, que un tema grunge como Song 2, o de componer una canción de raíz Beattle como Beetlebum como de adentrarse en guiños a lo Madness en Countryhouse...En la variedad está el gusto, dicen, y Blur parece que van a estar de acuerdo con el dicho, como su ya dilatada prueba.

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